Cómo hacer la transición de tu pequeño de un moisés a un cuna es un hito importante en su crecimiento y desarrollo. Esta decisión requiere una consideración cuidadosa de varios factores, incluida la edad de su bebé, sus patrones de sueño y las señales de preparación individuales.
En esta guía completa, exploraremos las ventajas de los moisés y las cunas, lo ayudaremos a identificar el momento ideal para la transición y brindaremos estrategias prácticas para garantizar un proceso fluido y sin estrés.
¿Debería comprar una cuna o moisés para mi recién nacido?
¿Antes de que llegue tu bebé, es posible que hayas luchado cientos de veces para comprar una cuna o una minicuna?
Cada opción tiene su propia aplicabilidad correspondiente y diferentes ventajas. Comprender estas ventajas puede ayudarle a tomar la mejor decisión.
Ventajas de los moisés
- Portabilidad y diseño que ahorra espacio: Moisés son livianos y fáciles de mover, lo que los hace ideales para mantener a su recién nacido cerca, ya sea que esté en el dormitorio, la sala de estar o incluso visitando a su familia.
- Cercanía para las tomas nocturnas: las cunas están diseñadas para colocarse justo al lado de la cama, lo que te permite alcanzar y atender fácilmente a tu bebé sin tener que levantarte y caminar por la habitación. Esta comodidad puede ser un salvavidas durante las sesiones de alimentación nocturnas.
Ventajas de las cunas
- Durabilidad y rentabilidad: las cunas se pueden utilizar desde la infancia hasta la niñez, y ofrecen un uso más prolongado que los moisés, que suelen ser adecuados solo durante los primeros meses. Invertir en una cuna de alta calidad puede ser una opción más rentable a largo plazo.
- Mayores características de seguridad: las cunas están sujetas a estrictas normas de seguridad y suelen venir equipadas con características como alturas de colchón ajustables, construcción resistente y laterales de malla transpirable. Estas características de seguridad pueden brindar tranquilidad a los padres.
Si tienes una casa pequeña o piensas compartir la habitación con tu bebé, un moisés puede ser la opción más práctica al principio. Sin embargo, algo que hay que entender es que la cuna solo es adecuada para su uso durante los primeros meses del bebé. Con el tiempo, el bebé tendrá que pasar a una cuna.
Si su bebé ya usa un moisés, ¡siga leyendo para prepararse para la transición de su bebé a una cuna!
¿Cuándo trasladar al bebé a la cuna?
Si bien no hay una edad definitiva para hacer la transición a una cuna, la mayoría de los expertos recomiendan hacer el cambio entre los 3 y los 6 meses de edad. A esta edad, los bebés suelen estar listos para un entorno de sueño más espacioso.
Sin embargo, es esencial estar atento a las señales de preparación individuales de cada bebé en lugar de confiar únicamente en la edad.
Algunos bebés pueden estar listos antes, mientras que otros pueden preferir la comodidad de un moisés durante un poco más de tiempo. Si su bebé ha estado usando una cuna desde que nació, esté atento a estas señales que indican que está listo para pasar a una cuna:
Mayor tamaño y movilidad: El límite de peso de un moisés suele ser de 15 libras. Una vez que el peso de su bebé se acerque o supere el peso indicado por el fabricante, o si puede apoyar su cuerpo sobre las manos y las rodillas, debe pasar inmediatamente a una cuna.
Mayor tiempo de sueño: Cuando tu bebé empieza a dormir con regularidad, duerme durante mucho tiempo y ya no se despierta en mitad de la noche para torturarte.
Rodando o arrastrándose: Si su bebé comienza a darse vuelta o gatear, es posible que necesite una cuna más ancha y alta para garantizar su seguridad.
¿Cómo prepararse para la transición?
Hacer un cambio no es algo fácil, ni para los adultos ni para los niños. Puedes prepararte para la transición con anticipación para que sea una experiencia tranquila y cómoda tanto para ti como para tu bebé.
1. Elige la cuna adecuada
- Normas de seguridad: Elija una cuna que cumpla con los estándares de seguridad actuales establecidos por organizaciones como la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) o la Asociación de Fabricantes de Productos Juveniles (JPMA).
- Altura del colchón regulable: Compra una cuna con colchón regulable en altura, que está de moda. De esta manera, puedes bajar el colchón a medida que tu bebé crece y comienza a ponerse de pie o a levantarse.
- Convertibilidad: Si está buscando muebles que su bebé pueda usar durante mucho tiempo, considere una cuna convertible que se pueda transformar en una cama para niños pequeños o un sofá cama.
2. Prepare la guardería
- Tonos calmantes: Decora la habitación con colores relajantes, como azules, verdes o neutros. Estos colores pueden crear una atmósfera relajante y ayudar a tu bebé a relajarse.
- Despejar y organizar: Mantén la habitación del bebé ordenada organizando los elementos esenciales, como pañales, ropa y juguetes. Utiliza soluciones de almacenamiento, como cestas y estantes, para mantener todo al alcance de la mano, pero fuera de la vista.
- Cree una zona de dormir cómoda: Prepare un área para la cuna alejada de las ventanas y la luz solar directa para minimizar las perturbaciones durante el sueño.
¿Cómo hacer la transición del colecho a la cuna?
Los pediatras generalmente desaconsejan que los bebés duerman junto con sus padres, ya que esto aumenta en gran medida el riesgo de asfixia y atrapamiento accidental.
Si ya ha hecho esto en las primeras etapas, cambie a su bebé a una cuna exclusiva lo antes posible. Pero es obvio que los bebés ya están acostumbrados a la modalidad de dormir juntos en intimidad, y es inevitable que haya muchos desafíos en la transición, que pueden incluir los siguientes aspectos:
- Resistencia al cambio: Los bebés son criaturas de hábitos y cuando están lejos de sus padres pueden llorar y causar angustia emocional tanto a ellos como a sus padres.
- Ansiedad por separación: A medida que los bebés se vuelven más conscientes de su entorno, pueden experimentar ansiedad por separación cuando se los coloca en una cuna. Esto puede manifestarse como un aumento del llanto o dificultad para conciliar el sueño.
- Sueño interrumpido: La transición inicial puede provocar alteraciones en los patrones de sueño. Los bebés que están acostumbrados a dormir juntos pueden tener dificultades para calmarse solos en la cuna, lo que provoca que se despierten con más frecuencia durante la noche.
A continuación se presentan algunas formas de facilitar la transición del colecho a la cuna:
- Empiece poco a poco: Si es posible, coloca la cuna al lado de tu cama. De esta manera, tu bebé podrá seguir sintiendo tu presencia mientras aprende a dormir en su propio espacio.
- Artículos de confort: Considere colocar una manta suave o un animal de peluche en la cuna con su aroma. Esto puede brindarle comodidad y tranquilidad a su bebé, ayudándolo a acostumbrarse a dormir solo.
- Tranquilizar: Si su bebé llora en la cuna, respóndale desde el principio para que pueda sentir su presencia y se sienta tranquilo.
- Configuración de comodidad: Asegúrese de que la cuna esté instalada de forma cómoda. Utilice un colchón firme, sábanas ajustables y ropa de dormir adecuada. La habitación debe estar oscura, tranquila y a una temperatura agradable.
¿Cómo hacer la transición del moisés a la cuna?
Obviamente, la transición de un moisés a una cuna es más fácil que la transición de dormir con el bebé, ya que el bebé simplemente cambia el mueble en el que duerme.
Pero como mencionamos anteriormente, los bebés pueden resistirse un poco a las cosas nuevas, por lo que los padres deben tener mucha paciencia y ser amables durante la transición. A continuación, se presentan algunos métodos que son similares al colecho, pero diferentes.
- Empecemos con las siestas: Este enfoque gradual puede ayudarlos a adaptarse al nuevo espacio para dormir sin la presión inmediata de una noche completa de sueño.
- Mantener un ambiente familiar: Para que la cuna resulte más familiar, intente reproducir el ambiente del moisés. Utilice la misma ropa de cama, el mismo envoltorio o el mismo saco de dormir.
- Mantente constante: Continúe poniendo a dormir a su bebé en la cuna todas las noches para reforzar el nuevo espacio de sueño. Con tiempo y paciencia, su bebé se acostumbrará a dormir en la cuna, allanando el camino para una noche de descanso reparador.
¿Qué pasa si mi bebé rechaza la cuna?
Los bebés son propensos a sentir miedo y ansiedad cuando se enfrentan a un nuevo entorno, lo que supone un dolor de cabeza para los padres. Puede que aún no sepan hablar, pero sus reacciones parecen indicar que son muy reacios a utilizar la nueva cama. ¿Qué debes hacer?
A continuación se presentan algunos comportamientos de los bebés que se resisten a la cuna y soluciones.
1. Despertares nocturnos
El nuevo entorno para dormir puede provocar que el bebé se despierte con más frecuencia durante la noche. Esta es una preocupación común para muchos padres, lo que hace que tanto los niños como los padres tengan un descanso deficiente.
En este momento, es necesario verificar cuidadosamente las razones por las que el bebé se despierta y llora. ¿Tiene hambre, tiene el pañal mojado o está enfermo? Es necesario encontrarlas una por una según la situación y resolverlas en consecuencia.
2. Ansiedad por separación
Alrededor de los 6 a 9 meses, los bebés suelen experimentar ansiedad por separación, lo que los hace más pegajosos y resistentes a estar solos en una cuna. Esto es normal, pero existen varios métodos que puedes utilizar para aliviar esta sensación.
Aumente gradualmente la distancia entre usted y su bebé durante las horas de sueño. Comience por permanecer en la habitación hasta que su bebé se duerma y luego reduzca gradualmente su presencia con el tiempo. Hable con voz tranquila y tranquilizadora y bríndele toques suaves para consolar a su bebé.
Durante el día, practique separaciones breves para ayudar a su bebé a acostumbrarse a estar separado de usted. Comience con períodos breves y aumente gradualmente la duración a medida que su bebé se sienta más cómodo.
Tu bebé puede percibir tus emociones. Mantén la calma y contrólalo.
Consejos para calmar y consolar al bebé
La transición de su bebé a una cuna puede ser un momento difícil, pero existen varias estrategias que puede utilizar para calmarlo y consolarlo, haciendo que la transición sea más sencilla para todos los involucrados. A continuación se ofrecen algunos consejos detallados:
1. Atenúa las lucesBajar la intensidad de las luces de la habitación le indica al bebé que es hora de dormir. Un ambiente con poca luz puede ayudar a producir melatonina, la hormona del sueño.
2. Máquina de ruido blanco:Una máquina de ruido blanco puede imitar los sonidos relajantes que escuchaba tu bebé en el útero. También puede ahogar los ruidos domésticos que podrían despertarlo.
3. Temperatura ambiente: Mantenga una temperatura agradable en la habitación, entre 20 y 22 °C (68 y 72 °F). El calor excesivo o el frío excesivo pueden alterar el sueño del bebé.
4. Suaves palmaditas y silencios:Cuando tu bebé esté en la cuna, dale palmaditas suaves en la espalda o el estómago y haz un sonido relajante como “shhh”. Esto puede imitar la sensación y los sonidos de estar en el útero.
5. Envolver:En el caso de los bebés más pequeños que aún no han empezado a darse vuelta, envolverlos puede brindarles una sensación de seguridad y evitar que los despierten por sobresalto. Asegúrese de envolverlos de forma segura para evitar riesgos.
6. Manténgase cerca al principio: Siéntese junto a la cuna hasta que el bebé se duerma. Su presencia puede ser muy tranquilizadora. Reduzca gradualmente la cantidad de tiempo que pasa en la habitación a lo largo de varias noches.
7. Respuesta consistente:Cuando su bebé se despierte, responda de manera constante con una rutina tranquilizadora. Evite levantarlo de inmediato; en su lugar, utilice palmaditas suaves y sonidos tranquilizadores.
8. Ofrezca un chupete:Si su bebé usa chupete, ofrecérselo puede ayudarle a calmarse y volver a dormirse.
9. Tranquilizar verbalmente:Utilice un tono de voz tranquilizador para tranquilizar a su bebé y hacerle saber que está cerca. Repita frases como “Ya es hora de dormir” o “Mamá o papá están aquí”.
10. Registros breves:Si su bebé está muy alterado, considere hacer breves controles. Entre a la habitación, tranquilícelo sin levantarlo y luego vuelva a salir. Aumente gradualmente el tiempo entre los controles.
Conclusión
Recuerde que cada bebé es único y que la transición puede llevar tiempo. Ofrézcale tranquilidad y apoyo durante todo el proceso y celebre cada pequeña victoria a medida que su bebé se adapta a su nuevo santuario para dormir.
Con paciencia, constancia y un toque cariñoso, pronto encontrará a su pequeño durmiendo plácidamente en su acogedora cuna, listo para embarcarse en el siguiente capítulo de crecimiento y descubrimiento.
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