Las alegrías de ser padres vienen acompañadas de muchas cuestiones, como conseguir que el recién nacido duerma profundamente. A medida que vayan creciendo, será el momento de plantearse cambiarlo a una cuna.
Dado que el sueño es un hábito aprendido, la transición a la cuna puede ser un poco estresante. Desarrollar patrones de sueño adecuados será fundamental durante esta transición, así como en Prevención de futuros trastornos del sueño.
A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones útiles para que su bebé duerma en una cuna. También analizaremos las preocupaciones más comunes, sugeriremos soluciones prácticas y brindaremos consejos sobre cuándo buscar ayuda profesional.
¿Por qué tu bebé no quiere dormir en una cuna?
Los bebés siempre pasan sus primeros años durmiendo, durmiendo alrededor de 14 a 17 horas un día. Aunque muchos padres quieren poner a sus bebés en una cuna, se dan cuenta de que sus bebés siempre se despiertan o lloran por eso, como si no quisieran quedarse en la cuna.
Al comprender las siguientes razones por las que los bebés no quieren dormir, podrá resolver mejor el problema.
1. Razones por las que a largo plazo resulta difícil conciliar el sueño en una cuna
Ansiedad de separación: A medida que los recién nacidos crecen, se apegan a sus cuidadores. Este apego emocional puede causar ansiedad cuando se los separa, lo que dificulta el sueño en la cuna. Los bebés suelen desarrollar ansiedad por separación alrededor de los 8 meses de edad. Esta es una etapa natural del desarrollo que suele terminar por sí sola alrededor de los dos años.
Regresión del sueño: La regresión del sueño es un período de tiempo durante el cual la rutina de sueño de un bebé o un niño pequeño cambia negativamente. Las regresiones del sueño varían de un recién nacido a otro, aunque suelen ocurrir alrededor de los 4, 8 y 18 meses de edad. Durante estos períodos, los bebés pueden rechazar dormir en sus cunas debido a la interrupción de los patrones de sueño.
Hitos del desarrollo: El sueño puede verse interrumpido brevemente durante hitos del desarrollo, como aprender a gatear o sentarse. Al igual que sucede con el hecho de darse vuelta, estos hitos del desarrollo físico pueden tener un impacto significativo en el sueño de algunos recién nacidos que no pueden dejar de practicar estas habilidades en la cama. Esto puede provocar un mayor estado de alerta y aversión a dormir en sus cunas.
Asociaciones de sueño: También conocidos como hábitos de sueño, son las cosas que un niño aprende a necesitar para conciliar el sueño, como ser amamantado, mecido o que sus padres lo sostengan en brazos. Estos vínculos pueden llevar a que dependa de señales externas para dormir.
2. Razones por las que a veces resulta difícil conciliar el sueño en la cuna
Siestas prolongadas durante el día: A medida que los recién nacidos van creciendo, necesitan menos siestas durante el día y pueden dormir más por la noche. Si un día notas que tu bebé siempre se resiste a dormirse por la noche, entonces debes recordar si tu bebé durmió más de lo habitual durante el día.
Sobreestimulación o cansancio excesivo: Si bien las actividades diurnas ayudan a mantener un patrón día-noche, los bebés que experimentan una excitación y estimulación excesivas por la noche pueden tener dificultades para conciliar el sueño. Recuerde no impedir que su bebé duerma durante el día solo para que duerma más por la noche, ya que esto también puede causar fácilmente fatiga excesiva.
Dentición: Según el Academia Estadounidense de PediatríaEl dolor y las molestias asociadas con la dentición pueden mantener a los bebés despiertos. Los bebés a los que les están saliendo los dientes pueden tener dificultades para dormir, ponerse irritables, babear excesivamente, morder más de lo normal o negarse a comer.
Enfermedad: Dolor, tos y picor: estos síntomas suelen perturbar el sueño del bebé. Si consuelas repetidamente a tu bebé, pero siempre llora o se niega a dormirse, primero debes comprobar si está enfermo.
Factores ambientales: Es posible que un bebé no se sienta seguro en la cuna debido al ruido, la luz, una temperatura ambiente incómoda o un entorno para dormir inusual.
¿Cómo conseguir que un bebé duerma en una cuna en lugar de en brazos?
Ver a tu bebé quedarse dormido en tus brazos es una de las experiencias más encantadoras que puede tener un padre. Luego viene la parte que todo padre teme: lo colocas suavemente en la cuna y, de repente, abre los ojos y emite un grito de protesta desgarrador.
¿Qué provoca que esto ocurra? ¿Estás haciendo algo incorrectamente?
En absoluto. La preferencia de tu hijo por permanecer en tus brazos puede explicarse por diversos factores biológicos y emocionales, y este comportamiento es muy normal.
Los bebés están acostumbrados al balanceo y mecimiento constantes que sienten en el útero. Piénsalo: tu hijo pasó nueve meses acurrucado en el calor del útero, sostenido por el suave balanceo de cada uno de tus movimientos. Una vez que nace, tu tacto, tus latidos y tu calor imitan esa seguridad familiar.
Nuestros pequeños construyen el mundo a través de sus sentidos, por eso el calor y la ternura de tus brazos de cuidador los tranquiliza.
Además, sostener a tu bebé puede regular su temperatura corporal. Tu cuerpo mantiene a tu pequeño cálido y cómodo al regular su temperatura corporal.
Sugerencias para la transición:
Entendemos que no siempre es posible sostener a su bebé mientras duerme. ¡También necesita descansos! ¿Cómo puede respetar su deseo de comodidad mientras lo ayuda a hacer una transición suave al sueño en la cuna?
1. Coloque a su bebé en una cuna lo antes posible después del nacimiento. Cuanto más pequeño sea el bebé, más fácil será ayudarlo a formar hábitos, como dormir en una cuna, porque es más adaptable en los primeros meses.
2. Comience por dejar que su bebé duerma una siesta en la cuna por día o deje que juegue en la cuna durante la siesta para que se acostumbre a esa zona cuando se despierte.
3. Antes de acostarse, abrace y tranquilice a su bebé hasta que obtenga una sensación cómoda y familiar que le acompañará durante el sueño.
4. Envolver a tu pequeño en una manta puede ayudarlo a dormir mejor porque simula una comodidad similar a la que se siente cuando está en el útero. Una vez que tu bebé pueda darse la vuelta, cambia a un saco de dormir portátil.
5. Si su bebé está acostumbrado a que lo sostengan o lo mezan para dormir, considere introducir técnicas suaves de entrenamiento para dormir como la “Método Ferber” (check-ins graduados) o el “Método de la silla” (alejándose gradualmente de la cuna a medida que el bebé se queda dormido). Estos métodos ayudan al bebé a aprender a calmarse por sí solo y, al mismo tiempo, reducen gradualmente la dependencia de que lo sostengan en brazos.
¿Cómo conseguir que tu bebé duerma en una cuna después de dormir con él?
Algunos padres optan por dormir en la misma cama con su bebé, tal vez porque son padres primerizos, están demasiado preocupados por su bebé o simplemente quieren estar más cómodos a la hora de cuidarlo.
Pero, sin importar el motivo, no se recomienda que los cuidadores y los bebés duerman en la misma cama, ya que esto aumenta el riesgo de SMSL. La opción más segura para dormir con su bebé es compartir la habitación, lo que significa que su bebé duerme en su dormitorio en su cuna, moisés o corralito.
Por mucho que tu bebé se resista a dormir en la cuna, debes dejar de dormir en la misma cama con él inmediatamente. cuna junto a la cama También hace que sea más fácil alimentarlos y vigilarlos durante la noche.
¿Qué puedes hacer?
Después de que usted y su bebé hayan estado juntos durante mucho tiempo (especialmente durmiendo en la misma cama), siempre es difícil dejarlos dormir solos en la cuna. Pueden reaccionar violentamente, sentirse molestos y asustados, y negarse a que los pongan en la cuna.
Sin embargo, llega un momento en el que el cambio a la cuna se hace imprescindible para que los bebés aprendan a dormir solos y para que los padres recuperen algo de espacio. A continuación, se ofrecen algunos consejos para que la transición sea fluida.
1. Invierta en una cuna junto a la cama o moisés de colecho y colóquelos junto a su cama (lo ideal es que estén conectados) para que su bebé también pueda sentir su olor y su voz. A medida que su bebé se acostumbre a dormir en una cuna, aleje gradualmente la cuna de su cama.
2. Dormir con el bebé suele ir acompañado de tomas nocturnas frecuentes. Si tu bebé está acostumbrado a tomar el pecho o el biberón para dormir, empieza con tomas más breves o con menos tomas nocturnas.
3. Si su bebé llora después de colocarlo en la cuna, consuélelo con una palmadita suave o palabras tranquilizadoras desde la distancia, pero trate de no levantarlo de inmediato.
4. Haga de la cuna un lugar familiar y reconfortante, utilizando, por ejemplo, aromas familiares (como el de su camisa) o ropa de cama suave y no tóxica.
5. Cuando duermen juntos, los bebés suelen desarrollar fuertes asociaciones del sueño con la proximidad física. Cuando pases a tu bebé a la cuna, puedes introducir nuevas asociaciones del sueño, como canciones para dormir o animales de peluche, para animarlo a que se duerma solo.
¿Qué hacer cuando tu bebé se despierta durante la noche?
¿Alguna vez te has preguntado por qué tu recién nacido parece despertarse tan a menudo durante la noche? Puede resultar agotador, pero es común que se despierten varias veces cada noche durante los primeros meses. Los bebés suelen despertarse durante la noche para satisfacer numerosas exigencias físicas y de desarrollo.
Razones por las que los bebés se despiertan frecuentemente durante la noche
Comprender por qué sucede puede hacer que responder sea un poco más fácil y brindarle las herramientas para guiar suavemente a su bebé hacia mejores patrones de sueño.
Alimentación: Los bebés, en particular los menores de seis meses, suelen despertarse para alimentarse durante la noche. El crecimiento físico y mental que se produce en estos pocos meses es inmenso, por lo que necesitan suficientes nutrientes.
Transiciones del ciclo del sueño: Los bebés tienen ciclos de sueño distintos y pueden despertarse momentáneamente durante las transiciones. El ciclo de sueño de su bebé es de menos de 60 minutos. Por lo tanto, cada 45 minutos a una hora, su bebé caerá en un sueño ligero y fácilmente perturbable, o incluso se despertará momentáneamente y se moverá, se inquietará y emitirá un gemido breve o llorará. Si no puede calmarse por sí solo, es probable que se despierte.
Malestar: La dentición, una enfermedad o un pañal húmedo pueden causar dolor y hacer que el bebé se despierte. Como los recién nacidos no pueden solucionar sus problemas, se asegurarán de avisarte si algo les interrumpe el sueño.
Sugerencias para manejar el despertar nocturno
Si bien lo que debe hacer depende de lo que desencadena el despertar nocturno, hay algunas cosas que debe y no debe hacer para volver a hacer dormir a un bebé.
Dale tiempo a tu bebé para que se calme solo:A menos que su bebé esté sollozando, permítale unos minutos para que se vuelva a dormir.
Determinar si se han satisfecho sus requisitos básicos¿Ya alimentaste a tu bebé? ¿Le cambiaste el pañal? ¿Tiene calor o frío? A veces, la respuesta es tan simple como alimentar al bebé, cambiarle el pañal o volver a envolverlo.
Trate de determinar si tienen dolor: Si su bebé ha estado mordiendo cosas durante el día, lo más probable es que le estén saliendo los dientes, y un masaje suave de las encías o una cantidad de medicamento adecuada para su edad pueden ser beneficiosos. Si parece tener gases, intente hacer algunas patadas de bicicleta o darle algunas gotas para los gases. Asegúrese de consultar primero con su pediatra antes de darle cualquier medicamento.
Utilice técnicas suaves y relajantes: Mecerlo, acariciarlo o usar una máquina de ruido blanco puede ayudar a que su bebé se calme sin estimular la necesidad de que lo carguen.
¿Cómo prevenir los despertares nocturnos frecuentes?
Crea una rutina nocturna tranquila:La mayoría de los recién nacidos son muy receptivos a una rutina para la hora de dormir a la edad de 6 a 8 semanas. Comenzar una rutina relajante aproximadamente 20 a 30 minutos antes de la hora de dormir ayudará a tranquilizar a su hijo y lo preparará para una buena noche de sueño.
Aumentar la alimentación diurna: Si tu hijo se despierta cada hora, es hora de empezar a alimentarlo más durante el día. Los recién nacidos amamantados necesitan un mínimo de 10 a 12 tomas al día, mientras que los bebés alimentados con biberón necesitan entre seis y ocho tomas al día.
Otros consejos para ayudar a tu bebé a dormir en la cuna
1. Mantenga un entorno seguro para dormir: La seguridad es lo más importante, así que recuerda acostarlos boca arriba, sobre una superficie firme y sin objetos sueltos. Los bebés también corren riesgos si duermen en superficies inclinadas, como un columpio para bebe
2. Utilice ruido blanco: La vida en el útero nunca fue extremadamente tranquila. En cambio, había un zumbido constante de ruido blanco y sonidos apagados. Considere utilizar una máquina de ruido blanco para ahogar cualquier sonido que lo distraiga, lo que permitirá que su bebé se sienta más seguro y tranquilo.
3. Déjalos somnolientos pero despiertos: Los expertos recomiendan poner al recién nacido en su cuna antes de que se duerma. Si lo dejas dormirse en tus brazos antes, notará la diferencia en el ambiente y se despertará de nuevo.
4. Mantenga el día activo y la noche tranquila: Los padres y tutores pueden enseñar a los bebés que el día es para jugar y la noche para dormir, adaptando el entorno en función de la hora del día. Si bien algunas personas se muestran ansiosas por despertar a un recién nacido dormido, exponerlo a la luz del sol y a los ruidos ambientales los ayuda a desarrollar ritmos día-noche.
5. Considere el entrenamiento para dormir: Si un bebé sigue teniendo dificultades para conciliar el sueño, sus padres o cuidadores deberían considerar la posibilidad de entrenarlo para dormir. Los métodos de entrenamiento para dormir incluyen permitir que los recién nacidos “lloren hasta quedarse dormidos”, retrasar progresivamente los períodos de tiempo antes de atender a los bebés por la noche y “reducir” gradualmente la cantidad de tiempo que el cuidador pasa con el bebé.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Los trastornos del sueño se producen cuando su hijo tiene dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido por la noche y, si no se tratan, pueden experimentar dificultades para funcionar o desarrollar problemas de salud. Algunos de los trastornos del sueño más comunes son:
- La apnea del sueño es un trastorno del sueño en el que la respiración de los niños se detiene mientras duermen. Los niños sufren dos formas de apnea del sueño: obstructiva y central. La apnea del sueño puede afectar la cognición y el comportamiento, así como causar problemas cardíacos. Si observa síntomas como pausas extrañas en la respiración o jadeos en su hijo, obtenga atención médica de inmediato.
- Los terrores nocturnos, que son más comunes en niños que en adultos, hacen que la persona se despierte abruptamente del sueño, pareciendo aterrorizada o perturbada y con frecuencia sollozando, gritando y, ocasionalmente, caminando dormida.
- Las parasomnias son episodios o sensaciones físicas desagradables que se presentan con frecuencia en niños pequeños. El sonambulismo, la confusión al despertar y los terrores nocturnos son síntomas comunes de las parasomnias.
Si los problemas de sueño de su bebé persisten a pesar de implementar las medidas recomendadas anteriormente, visite a un pediatra o un especialista en sueño. Ellos pueden ayudarlo a descartar cualquier condición subyacente que pueda estar interfiriendo con el sueño.
Conclusión
Conseguir que tu bebé duerma en la cuna, como todos los demás aspectos de la crianza, es una experiencia de aprendizaje continuo para ambos. Incorporar lo que funciona, crear rutinas y ser constante puede ayudarte a fomentar excelentes hábitos de sueño.
Para las empresas que buscan apoyar a las familias en este viaje, asociarse con Bebé de Claf es una oportunidad valiosa. Nuestras cunas de alta calidad y cuidadosamente diseñadas ayudan a garantizar un sueño más seguro y reconfortante.